Poema de Daniel Ballester
Ilustração de Jayro Schmidt
Marte en el fuego
Cuando la
casa ardió
yo miraba
mi casa arder
gozaba el
espectáculo de sentir el fuego sobre la mesa
devorando
los baúles arañados
del sótano
siempre prohibido, siempre ausente
corrompido
por los años que no tuve.
Veo la
lucha
perfectas
llamaradas
imagìnenme,
riendo hasta el absurdo.
El fuego
de mi vida unido a él
peces
alaridos
y los
perros lamiendo carne calcinada de la heladera negra.
Amé el
incendio
y lo bebì
como bebo
el deseo irreparable
en la
medioanoche del bloqueo
de pié.
2 comentários:
Ser feliz es un estado impregnado de inconciencia, una fortaleza del espìritu y un signo del alma que muchas veces nos pasa desapercibido porque no estamos inmersos en ese letargo en suspensión que la vida pone delante nuestro como una catarsis del ser en momentos únicos donde una gota de lluvia, un viejo zapato o la mirada del bùho nos despelleja la oquedad. Pero también el arte nos hace respirar felicidad y eso todavía es un terreno mas oculto, misterioso y a veces dantesco como lo demuestra esa hermosa obra do Jayro, meu amigo de fogo, meu destino, minha llama.
ser feliz é conversar com o fogo e ver que nas labaredas estão fagulhas piramidais que também estão na crista das ondas ou em crinas de cavalos desses que por acaso se encotram fulminados mas relinchando no galope de cactos ali onde estão os amigos da sorte de encontrar a palavra no ato mesmo de dizer pelo menos o mais perto do que diz o silêncio
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